Saturday, December 6, 2008

LA SANIDAD ES PARA TODOS por T.L Osborn

Del libro: "Sanando al enfermo y echando fuera emonios"
Capítulo 2


¿Es voluntad de Dios sanar a TODOS los que precisan sanidad como lo hizo en los tiempos pasados?
El mayor obstáculo para la fe de muchas personas que procuran ser sanadas en nuestros días es la incerteza en sus mentes en cuanto a si es o no es la voluntad de Dios sanar a TODOS. Casi todos saben que Dios de hecho, cura a algunas personas, pero hay mucha teología moderna que evita que el pueblo sepa lo que la Biblia caramente enseña: QUE LA SANIDAD HA SIDO PROVISTA PARA TODOS. Es imposible reclamar osadamente por la fe un beneficio cuando no tenemos la certeza de que Dios lo haya prometido, porque se reclaman los beneficios de Dios ÚNICAMENTE cuando se conoce la Voluntad de Él, cuando se confía en Su Voluntad y se cumple Su Voluntad.

Si queremos saber lo que hay en un testamento, tenemos que leer el testamento. Si queremos saber la Voluntad de Dios, leamos lo que fue revelado acerca de Su Voluntad. Si me dijese una mujer: “Mi marido era muy rico, ahora quiero saber si me legó una casa” Yo le diría: “¿Por qué no lee el testamento para saberlo?” 

La palabra “testamento” significa la voluntad de una persona. La Biblia contiene el TESTAMENTO de la Voluntad de Dios en dónde Él nos lega todos los beneficios de la redención. Y siendo la Biblia Su último testamento, cualquier otra cosa más reciente que pretenda serlo es una falsificación. Nunca se escribe otro testamento luego de la muerte del testador. Si la sanidad está en el testamento de Dios para nosotros, ¿cómo dicen que Dios no quiere curar a TODAS las PERSONAS como consta claramente en Su Testamento? Eso sería modificar el Testamento y hacerlo luego de la muerte del testador.

Jesús no es solamente el Testador que murió sino que El resucitó y es también el mediador del testamento. Él es nuestro Abogado. El no nos defrauda con el testamento como hacen algunos abogados terrenales. El es nuestro Representante a la diestra de Dios.
No hay mejor manera para saber cuál es la VOLUNTAD DE DIOS que leer los Evangelios que registran las enseñanzas de las obras de Cristo. El era una expresión de la Voluntad del Padre. Su vida era tanto una manifestación como una revelación de amor invariable de la Voluntad de Dios. Literalmente representó la Voluntad de Dios para la raza adámica.

“Si es tu Voluntad”
Lucas 4:40
Todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.

El revelaba representando la VOLUNTAD DE Dios para TODO el pueblo.

Hebreos 10:7
Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, 
Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

 Juan 6:38. Todo lo que Jesús hacía por la humanidad necesitada durante Su ministerio terrestre, era revelación directa de la VOLUNTAD PERFECTA de Dios para con la raza humana.
Dice F.F. Bosworth en su libro “Cristo el Sanador”: “Nadie puede ser más conservador que la iglesia episcopal sin embargo, la conclusión a la que llegó la comisión dedicada al estudio de la Sanidad Divina, después de tres años de estudio e investigación tanto en la Biblia como en la historia, fue el siguiente resumen: Jesús hacía las sanidades como una revelación de la voluntad de Dios para los hombres”. “Descubrí que Su Voluntad ha sido plenamente revelada”, añadió: “La iglesia no puede orar más con la frase destructiva de la fe ‘Si es Tu Voluntad’”.

El evangelista Bosworth también dice: “El mensaje enseñado en todas partes del evangelio es la SANIDAD COMPLETA DEL CUERPO Y ALMA PARA todos los que se acercan a Él”. Muchos hoy en día dicen: “Creo en la sanidad, pero no creo que sea para todos”… si no fuese para todos ¿Sería entonces posible hacer la oración de fe? 

Entre todos los que buscaban ser sanados, por Cristo en su ministerio terrenal, leemos SOLAMENTE UNO que oró con esas palabras: “SI QUIERES”. Y este fue un pobre leproso rechazado que no conocía la Voluntad de Cristo de sanar. La primera cosa que Cristo hizo fue corregir la incredulidad del leproso diciendo: “QUIERO”. Nadie más dijo: “Si es tu Voluntad”. 
ES LA VOLUNTAD DE Dios. El leproso de Marcos 1:40 dice: “Si quieres, bien puedes” y Jesús respondió “QUIERO”. 
Que ese “QUIERO” resuelva el caso para nosotros, para toda ocasión y para siempre; ya que Dios QUIERE SANAR A LOS ENFERMOS. Si Él quiere curar una persona entonces “quiere” curar a todas. El no quiere que ALGUNOS solamente sean preservados. Santiago dice: “¿Hay alguno enfermo entre vosotros?”. "Alguien" te incluye a ti, si estás enfermo. 

Acerca de los que habían sido mordidos por serpientes ardientes en el relato de Números 21, tenían que mirar la serpiente de bronce que fue puesta sobre un asta y dice la Palabra de Dios: “y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá.” Lo mismo es ahora; si ALGUIEN ASÍ LO DESEA, mirara a Cristo como Redentor será salvo. Todas las personas están en las mismas condiciones en cuanto a los beneficios de la expiación. Las palabras “todo aquel” y “cualquiera” siempre se utilizan para lanzar el llamamiento a los pecadores, y las palabras “todos” “alguien” y “cada uno”, para lanzar el llamamiento a los enfermos y dolientes. Estas llamadas son siempre universales, y los resultados son siempre los prometidos: “Será salvo”, “Tendrá vida”, “Quedó sano”, “El Señor lo levantará”, “Sanó a todos” y “todos los que lo tocaban eran sanados”.

Muchas veces los padres muestran preferencias por un hijo sobre los otros, pero Dios nunca lo hace. Cuando cumplimos condiciones iguales, recibimos igualmente. Nosotros cumplimos nuestra parte y Dios siempre es fiel para cumplir su parte todas las veces. Los beneficios del Calvario son PARA TI. Si Dios sanaba a todos El sigue sanando a todos los que se acercan a Él para ser curados.
 Hebreos 13:8 
Jesús es el mismo hoy, ayer y por los siglos ¸ 

Mateo 12:15. 
y le siguió mucha gente, y sanaba a todos 

Lucas 6:19 “Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos”. 

Mateo 8:16,17 
Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias

Cristo continúa sanando los enfermos para cumplir la palabra del profeta Isaías que dice: “El mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias”.
Siempre recuerda que TÚ estás incluido en “NUESTRAS” de Mateo 8:16,17 y que Dios está obligado por Su alianza a continuar SANANDO A TODOS los enfermos y los que sufren dolencias por lo que dijo a través de Isaías. 

Salmos 89:34
No olvidaré mi pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios.

Lucas 4:40
Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.

Hechos 10:38
Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” 
La Cura es para todos y debe ser predicada a todos
Felipe predicó a Cristo a los samaritanos. 

Hechos 8:6-8
Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.
Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; así que había gran gozo en aquella ciudad” 

Jesús probó ser exactamente el mismo cuando Felipe lo predicó. Pedro predicó a Cristo el cojo de Hechos 3 fue curado.. Jesús probó ser el mismo para Pedro. En todo tiempo y en todo lugar que se predica a Jesucristo en su sacrificio pleno por el pecado y la enfermedad el resultado será la sanidad de los cuerpos enfermos, tanto como la salvación de las almas perdidas. Pablo predicó a Cristo: 

Hechos 14:8-10. 
Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado. Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo 

Pablo predicó el evangelio de la sanidad porque el cojo recibió fe para ser curado en cuanto escuchó el mensaje de Pablo. En todo lugar donde se predica la sanidad, con todos sus beneficios para TODOS; el pueblo responde a la Palabra predicada teniendo fe para ser curado y el pueblo es siempre sanado. Este método NUNCA FALLA. LA FE NO PUEDE FALLAR. 
Quiero repetir: Nadie puede poner su fe en acción si las personas están indecisas en cuanto a si Dios sana o no sana a TODOS. Si Él no quiere sanar a TODOS, entonces estamos obligados a vacilar diciendo en TODOS LOS CASOS: “¿Dios querrá sanar a esta persona? ¿O es uno de esos casos infelices que Dios quiere dejarlos sufrir? ¿Cómo podemos orar la ORACIÓN DE FE pensando así?
Queda permanente y establecido que ES LA VOLUNTAD DE DIOS CURARME. Tengo tanto derecho a la sanidad como al perdón cuando creo. Dios dice: “Yo soy el Señor tu Sanador” y si Dios lo dice, como Él no puede mentir, El quería decir lo que dijo. Lo que Dios dice es verdad. Por tanto la sanidad es MÍA. 
La sanidad es parte del Evangelio y es para predicar por “todo el mundo” y para “toda criatura”. Es el plan de Dios fortalecer plenamente “hasta el fin de los tiempos” (Mateo 28:20). Siendo Parte del evangelio, la bendición de la sanidad divina es para TODOS.

1 comment:

joao said...

por favor, donde encontro el libro completo.


gracias